Aplicaciones de citas: ¿Conoces el “carrusel”, el comportamiento tóxico que sabotea tus relaciones?

El término "carrusel" se refiere al carrusel que gira constantemente y define la práctica de pasar rápidamente de una interacción a otra, a menudo sin un compromiso profundo. Al llegar a los sitios de citas: contacto con múltiples parejas, intercambios interminables de mensajes, pero ningún resultado real en el mundo real. Según varios expertos en ciencias sociales que estudian la “economía de la atención” o las relaciones sociales en la era digital, el “carrusel” no apareció con Tinder, Bumble o Hinge, sino que se amplificó por la propia naturaleza de estas aplicaciones, que ofrecen un número casi infinito de perfiles para explorar.
Hoy en día, las plataformas promueven una experiencia divertida: un simple movimiento del dedo es suficiente para indicar a la otra persona su interés o desinterés. Esta accesibilidad permanente y la ilusión de una elección infinita permiten abrir decenas de conversaciones simultáneas y mantener así la atención del usuario, jugando con la gratificación inmediata.
En este contexto, los usuarios, ante una gran cantidad de opciones potenciales, desarrollan una forma de consumo desenfrenado o compulsivo de relaciones románticas. Cada perfil se convierte en una oportunidad de novedad, y la búsqueda de interacción se convierte en una especie de “thrill ride” donde el objetivo principal ya no es tomar una decisión e iniciar una relación romántica, sino seguir explorando.
No todos los individuos permanecen en la fase virtual del “carrusel”, pero incluso en el caso de un encuentro real, el fenómeno puede continuar. De hecho, existen varias variantes de este fenómeno:
- “Carrusel pasivo” : algunos usuarios pasan mucho tiempo explorando perfiles y manteniendo conversaciones sin llegar a conocer a nadie.
- “Carrusel activo”: otros tienen citas sin buscar profundizar las conexiones.
- “Carrusel relacional” : otros, finalmente, alternan entre varias relaciones simultáneas, a veces sin transparencia.
Estos comportamientos, que a menudo reflejan una dificultad para asumir un compromiso duradero, también pueden estar vinculados al concepto de “FOMO” (“fear of missing out”) , es decir, el miedo a perderse algo, o al de “FOBO” (“fear of better option”) , es decir, el miedo a perderse una mejor oportunidad si se hace una elección. Ilustran también una redefinición de las normas relacionales en un mundo donde la oferta parece infinita e ignora viejas barreras geográficas, temporales o sociales.
Varios factores explican la aparición del “carrusel”. Por un lado, los algoritmos de las aplicaciones que, valorando las coincidencias de personalidad y sugiriendo constantemente nuevos perfiles, incentivan una exploración sin fin y mantienen al usuario en la ilusión de miles de historias potenciales. Por otro lado, está la cultura del consumo que convierte las relaciones románticas en productos más, donde la novedad prima sobre la durabilidad.
Pero el fenómeno ilustra también de forma más amplia la magnitud de los miedos contemporáneos, en particular el del compromiso, en una sociedad que valora cada vez más la independencia y la flexibilidad. Y en un momento en el que los referentes sociales, económicos y culturales evolucionan rápidamente, el «carrusel» se convierte en una forma de adaptarse a esta inestabilidad explorando constantemente, sin conformarse nunca.
Si usted mismo se siente atrapado en esta situación de "carrusel" o está experimentando frustración, existen varias estrategias que pueden ayudarle a liberarse. Numerosos psicólogos, sexólogos y expertos en relaciones en la era digital han expresado su opinión sobre el fenómeno en los medios de comunicación anglosajones . Aquí algunos de sus consejos:
- Aclara tus intenciones : Piensa en lo que realmente estás buscando (una relación seria, amistad, exploración, etc.) para no navegar sin rumbo. Sea honesto consigo mismo y con aquellos con quienes habla acerca de sus expectativas para evitar malentendidos.
- Reduce el uso de aplicaciones: establece límites de tiempo, desactiva las notificaciones, toma descansos regulares (durante varios días o semanas si es necesario)
- Concéntrese en la calidad antes que en la cantidad: limite el número de conversaciones simultáneas y tómese el tiempo necesario para conocer a la persona con la que está hablando.
- Salga rápidamente del mundo virtual: organice una reunión después de intercambiar algunos mensajes o participe en eventos donde los encuentros tengan lugar en la vida real.
- Trabaja en ti mismo: identifica tus miedos subyacentes (miedo al rechazo, miedo al compromiso, etc.) e intenta superarlos, posiblemente con la ayuda de un profesional.